Episodio 1: La Amenaza Fantasma

La trama describe la historia del maestro jedi Qui-Gon Jinn y de su aprendiz Obi-Wan Kenobi, que escoltan y protegen a la Reina Amidala desde su planeta Naboo hasta Coruscant con la esperanza de encontrar una salida pacífica a un conflicto comercial interplanetario a gran escala. También trata del joven Anakin Skywalker antes de convertirse en Jedi, presentado como un esclavo con un potencial de la Fuerza inusualmente fuerte, y debe lidiar con el misterioso regreso de los Sith.

La Federación de Comercio ha iniciado un bloqueo comercial en el planeta Naboo, gobernado por la joven Reina Padmé Amidala, tras imponerse nuevos y elevados impuestos sobre las rutas comerciales en la galaxia. El Canciller Supremo de la República Galáctica, Valorum, envía a dos embajadores Jedi al centro de la Federación, donde el Virrey, y líder de la Federación de Comercio, Nute Gunray, los espera. Al llegar, el androide TC-14, que les da la bienvenida, comunica a Gunray que, al parecer, los embajadores son Caballeros Jedi llamados Qui-Gon Jinn y Obi-Wan Kenobi, su padawan. Gunray se pone muy nervioso porque sabe que su bloqueo terminará cuando los Jedis se lo exijan, pero se pone en contacto con un Lord Sith, Darth Sidious, quien les dice que lo que tienen que hacer es acabar con los Jedis.

Gunray ataca con gas tóxico el recinto donde estaban Qui-Gon y Obi-Wan, quienes se encuentran con un grupo de droides de batalla. Los Jedis los vencen fácilmente al utilizar sus sables de luz. Luego, Gunray envía un par de droides destructores, pero los Jedis se escapan por el túnel de ventilación. Al escapar, llegan a un bosque en el planeta Naboo, que estaba siendo asediado por los droides de la Federación. Qui-Gon se encuentra con un gungan llamado Jar Jar Binks, quien los guía a él y a Obi-Wan hacia su ciudad oculta, Otoh Gunga. Allí se reúnen con su líder, Nass, quien les concede una nave para dirigirse en rescate de la Reina Padmé Amidala de Naboo junto a Jar Jar Binks como guía. En su viaje bajo el agua, son atacados por distintas clases de criaturas. Al llegar a Naboo liberan a su soberana y a su grupo.

Todos escapan en la nave de la Reina, en dirección al planeta Coruscant, pero al salir del planeta son atacados por flotas de la Federación de Comercio, y resulta dañada. Por esa razón, deben aterrizar en el planeta Tatooine para repararla. Allí se dirigen hacia un negocio de repuestos atendido por Watto, quien posee como esclavo a un niño llamado Anakin Skywalker. Allí se produce un acercamiento entre Padmé y Anakin. Al salir del local, se desata una tormenta de arena, por lo cual Anakin les ofrece refugio a Qui-Gon, Jar Jar y Padmé en su casa. Una vez allí, Qui-Gon le explica a la madre de Anakin, Shmi Skywalker, que siente una presencia fuerte de la Fuerza en el niño. Qui-Gon presiente que Anakin podría ser el Elegido de la profecía Jedi, que aportaría equilibrio a la Fuerza. Anakin les cuenta que es «experto» en carreras de pods, y que preparaba una nave para participar. Qui-Gon le apuesta a Watto que si el niño gana la carrera, los jedi se quedarán con los repuestos para la nave y con la libertad de Anakin, pero si pierde, Watto se quedará con la nave en la que estos llegaron al planeta. Watto acepta el reto, al creer que el mayor oponente de Anakin, Sebulba, le ganaría sin problemas.

Ya en la carrera, Anakin tiene problemas, ya que Sebulba había saboteado deliberadamente un elemento de su pod. Sin embargo, el pequeño Anakin se las ingenia para estabilizar la nave y consigue regresar a la carrera donde también cada uno de los corredores deben pasar un gran cañón en donde los Moradores de las arenas se habían atrincherado para atacarlos y dispararles sin importar quien sea el infortunado; finalmente, en la recta final donde solo quedan Anakin y Sebulba, se produce un feroz enfrentamiento entre ellos, hasta que Anakin finalmente consigue sacar a Sebulba de la carrera y ganar. Luego de una emotiva despedida entre Anakin y su madre, todos se dirigen hacia la nave de la Reina para trasladarse hacia Coruscant, capital de la República. Antes de llegar a la nave, Qui-Gon es sorprendido por el aprendiz de Lord Sidious, Darth Maul, y mantienen una breve lucha con sus sables de luz. Finalmente, Qui-Gon logra huir en la nave. Una vez en Coruscant, Qui-Gon y Obi-Wan se dirigen hacia el Consejo Jedi para proponer el entrenamiento de Anakin, pero el consejo se opone a ello porque no ven a Anakin como El elegido. Sin embargo, Qui-Gon, por su parte, decide dar término al entrenamiento de Obi-Wan para así poder entrenar a Anakin él mismo. Al mismo tiempo, el senador Palpatine convence a Padmé de votar en contra del canciller supremo Valorum por no tomar medidas respecto a la toma de Naboo. Ella vota de esa forma, pero al no conseguirse una resolución efectiva como deseaba, decide marcharse hacia Naboo con los Jedis.

En Naboo, Padmé se presenta ante el líder de los gungan y logra pactar una alianza con ellos en contra de la Federación de Comercio. Los gungan, bajo la autoridad de Jar Jar Binks, luchan contra los droides de la Federación en tierra y distraer a las fuerzas de la Federación de Comercio dejar la ciudad real, pero cuando estos llegan el ejército de los gungan activan su escudos reflectores, los cuales los protegen temporalmente de los disparos de los tanques de combate. Por otro lado, los droides al ver que les es imposible penetrar el escudo con los cañones de los tanques, optan por enviar a sus tropas de infantería en su lugar. Al mismo tiempo, Padmé y su grupo tratan de usar las pocas fuerzas de seguridad de Naboo para entrar al palacio real y capturar al Virrey Gunray, al mismo tiempo trata de hacer que sus pilotos usen las naves de combate a su disposición para neutralizar la central principal que controla a los droides que se encuentra en la orbita del planeta, pero justo cuando Padme y su grupo tratan de ir tras el Virrey, inesperadamente se topan con Darth Maul, por lo que Qui-Gon y Obi-Wan les mencionan que busquen otro camino que los dejen a solas con el aprendiz Sith, quien rápidamente saca su sable de luz doble hoja y comienza a luchar contra ambos Jedi. Mientras tanto Padmé y su grupo tratan de usar la ruta alterna, pero rápidamente son retenidos en el hangar por el ataque de tres droides destructores quienes les bloquean el paso, sin embargo el pequeño Anakin Skywalker trata de ayudarla y termina encendiendo accidentalmente la nave en la que Qui-Gon le dijo que se ocultara previamente y rápidamente aprovechando la situación usa el arsenal de la nave para neutralizar a los droides destructores, logrando abrirles el paso a Padmé y su grupo, mientras que Anakin acompañado por el droide astro-mecánico R2-D2 salen volando en piloto automático hacia el espacio exterior. Mientras tanto Darth Maul logra mantener a raya a ambos Jedi, pero viendo que no podría vencerlos a ambos al mismo tiempo este opta por separar a Obi-Wan con una patada haciendo que este se caiga por el borde de un puente de donde se encontraban y quede colgado en otro más abajo, por otro lado Qui-Gon sigue el enfrentamiento esta vez en solitario y apenas puede combatirlo mano a mano estando casi parejos, posteriormente Obi-Wan se reincorpora y trata de ir a apoyar a su maestro, pero rápidamente los tres combatientes entran a un corredor con una puertas de energía impenetrables para los sables de luz y se separan por unos breves minutos, por lo que estos deciden tomarse esos minutos para descansar y tomar un respiro antes de proseguir con el combate. Por otro lado Padmé y su grupo tratan de abrirse paso por los corredores del palacio real, pero rápidamente son bloqueados por otro grupo de droides, por lo que esta y un puñado de ellos optan por romper una de las ventanas del palacio para usar ganchos de ascenso y subir hasta la parte superior del palacio real logrando avanzar más en su camino por detener al Virrey Gunray. De vuelta en el enfrentamiento, las compuertas finalmente se abren; Qui-Gon continua su enfrentamiento con Darth Maul, en eso Obi-Wan trata de alcanzarlos, pero desafortunadamente se queda encerrado en la última puerta y no tiene más remedio que esperar otra vez. Mientras tanto, Qui-Gon intensifica el combate para acabar con el Sith, pero en un breve descuido este acaba siendo apuñalado y derrotado por el sable de luz de doble hoja de Darth Maul ante la impotente mirada de su padawan.

Mientras tanto en el campo de batalla, a las afueras de la ciudad real, los gungans rápidamente son superados por los droides, los cuales consiguen destruir sus escudos, causando que estos inicien la retirada al no poder competir contra el armamento pesado los tanques, pero desafortunadamente los droides consiguen captúralos a todos, incluyendo a Jar Jar Binks. Mientras tanto, en el palacio real, Padmé y su grupo son rápidamente acorralados por los droides y estos al verse superados optan por tirar sus armas, donde posteriormente es llevada ante el Virrey Gunray en el salón del trono, quien está harto de todo el acto de insurrección de la reina y que es tiempo de que esta firme el tratado de ocupación del planeta para acabar con este conflicto con el senado; sin embargo Sabe, la guardaespaldas y señuelo de Padmé se aparece y engaña al Virrey diciendo que su ocupación en el planeta terminó, forzando a Gunray a enviar a sus tropas tras ella, pensado que ella era la verdadera reina. En medio de la confusión, Padme saca un par de blasters de su trono real, dándole uno de estos al capitán Panaka con los cuales consiguen neutralizar a los pocos guardias del lugar y rápidamente cierran las puertas de la sala del trono, en donde la reina Padmé le anuncia que ahora discutirán un nuevo tratado. Por otro lado y con el camino despejado del maestro Jedi, ahora Darth Maul se enfrenta en solitario al joven padawan Obi-Wan quien rápidamente resulta ser un oponente difícil de vencer para este por su estilo de combate, además de ello Obi-Wan consigue cortar en dos el sable de luz de doble hoja del Sith forzándolo a pelear con una de las mitades, sin embargo en un choque de sables Obi-Wan se descuida y es empujado con la Fuerza y desarmado hasta un pozo donde queda colgando de una saliente, en eso Maul tira el sable de luz azul de Obi-Wan por el vacío y comienza a hacer chispas con su sable de luz para hacer que Obi-Wan caiga, sin embargo por una gran fuerza de voluntad Obi-Wan logra atraer el sable de luz verde de su maestro con la Fuerza hasta su mano y hace un gran salto y termina derrotando a Darth Maul cortándolo por la mitad y haciendo que este se caiga por el conducto. Finalizado el combate, Obi-Wan corre a socorrer a su moribundo maestro Qui-Gon, quien en sus últimas palabras le pide a Obi-Wan que entrene a Anakin. Por último, la nave de la Federación que controlaba a los droides en Naboo es destruida por Anakin con ayuda de una nave espacial. El senador Palpatine es elegido como el nuevo canciller supremo de la República, y la Reina Padmé Amidala establece la paz con los Gungan.